Tarta "al revés" de naranja sanguina

¡Hola de nuevo amigos!

Esta semana seguimos con nuestra particular obsesión con la naranja sanguina.

Nos hemos currado una super tarta estilo Tatin, solo que sin pera ni manzana, con unas rodajas de la ya mencionada naranja sanguina.

Por si desconocéis qué es una tarta tatin, os ahorramos la búsqueda en google. Una tarta Tatin consiste en hace la tarta al revés de lo que normalmente haríamos, es decir, normalmente rellenaríamos el molde con la masa, colocaríamos la fruta y hornearíamos. Pero en la tarta Tatin colocamos en la base del molde un caramelo o azúcar, encima la fruta y por último la masa. Cuando la tarta es de manzanas (la clásica) se caramelizan antes del horneado.

Pero en este caso lo hemos hecho de forma sencilla, un poco de azúcar moreno en la base del molde, unas finas rodajas de naranja sanguina, una deliciosa masa bien repleta de fresca ralladura y un buen rato de horno.

Vamos a contaros paso a paso que necesitamos para hacer este pedazo de postre.

• 100 gr de mantequilla sin sal
• 35 gr de yogur natural
• 20 gr de nata para montar 
• 1 naranja sanguina
• 2 huevos talla M
• 140 gr de azúcar
• 120 gr de harina de todo uso
• 1 teaspoon de levadura
• pizca de sal
• ralladura de una naranja sanguina
• 3 cucharadas (tablespoon) de azúcar moreno, en este caso panela.

Empezamos precalentando el horno con calor arriba y abajo a 170-175 ºC.

Cogemos el molde redondo de 18 cm y lo engrasamos bien. En la base ponemos las 3 cucharadas de panela y las naranjas encima.

Derretimos la mantequilla en el microondas con cuidado y la mezclamos con el yogur y la nata. 

En un bol dejamos tamizadas la harina, la levadura y la sal, mientras que en otro batimos enérgicamente los huevos con el azúcar. 

A este último bol añadimos la mantequilla con el yogur y la ralladura, batimos hasta homogeneizar. 

Volcamos el bol con la harina, levadura y sal tamizadas, mezclamos con ayuda de una espátula.

Vertemos la masa en el molde, sobre las naranjas, y horneamos a 175 ºC durante 40 minutos.

Una vez pasado ese tiempo, pinchamos por si no se hubiera terminado de hornear, y sacamos del horno. Dejamos enfriar sobre una rejilla durante 4 o 5 minutos y desmoldamos, tomando para ello las medidas necesarias, ya que al haber puesto el azúcar en la base es posible que se haya salido un poco al derretirse o esté un poco pegado al molde, por lo que debemos pasar un cuchillo fino entre el molde y el bizcocho.

Dejamos enfriar sobre rejilla con el lado del bizcocho pegado a ésta.

¡Y listo! Tenemos una maravillosa tarta, original y deliciosa.

Esperamos que os haya gustado la receta y que si os surge alguna duda o pregunta que hacernos, aquí estamos para vosotros.

Muchas gracias por leernos, ¡hasta la semana que viene!

Un saludo.

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