¡Hola de nuevo amigos!
Ya es viernes asi que ya sabéis lo que toca.
¡¡Receta nueva!!
Esta semana como ha refrescado (y llovido a raudales) hemos encendido el horno y le hemos dado bien de caña.
Y como teníamos unos macarons que nos sobraron de la semana pasada pensamos que sería una buena idea aprovecharlos para decorar una tarta.
¿Y qué tarta podríamos decorar con un puñado de macarons?
Pues un tipo de tarta que teníamos muuuuchas ganas de hacer, ¡una Drip Cake!
¿Que qué es una Drip Cake os preguntáis?
Pues una tarta que consiste en una base de bizcocho recubiento y relleno de crema de mantequilla y que se decora con chocolate derretido que chorrea por toda la tarta, de ahí el nombre.
Y que se suele decorar con trozos de chocolate, macarons, galletas, merengues... lo que tengamos por casa.
Os vamos a contar como la hemos hecho nosotros.
Necesitamos:
- Para el bizcocho:
- 4 huevos M
- 150 gr de azúcar blanco
- 50 gr de azúcar moreno
- 130 gr de mantequilla derretida
- 1 yogur natural
- 2 plátanos maduros
- 270 gr de harina
- 40 gr de cacao en polvo
- 1 sobre de levadura
- Para el relleno:
- 250 gr de mantequilla en punto pomada
- 450 gr de azucar glas
- 1/4 cup de leche teñida de verde
- Aroma de pistacho al gusto
- Para la cobertura:
- 60 gr de chocolate blanco
- Un puñado de manteca de cacao en pepitas
- Colorante amarillo disuelto en alcohol (ginebra)
Empezamos precalentando el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo.
En un bol batimos los huevos con los azúcares hasta conseguir una crema blanquecina y añadimos la mantequilla ya templada y seguimos batiendo.
Trituramos los plátanos y junto con el yogur los añadimos a la mezcla, batimos hasta que se repartan bien por la masa.
Tamizamos encima de este bol la harina, la levadura y el cacao y mezclamos con espátula.
Engrasamos el molde, en nuestro caso uno de 18 cm que hemos usado dos veces, por la cantidad de masa que tenemos (si usáis uno más grande podréis hacerlo de una vez, pero lo necesitábamos así).
Vertemos la masa y horneamos 35-40 minutos. Dejamos enfriar en rejilla y dentro del molde.
Una vez hecho el bizcocho hacemos la buttercream de pistacho, batiendo la mantequilla con la batidora eléctrica de varillas y añadiendo poco a poco el azúcar glas, después añadimos el aroma, la leche y batimos hasta homogeneizar.
Desmoldamos el bizcocho, horneamos lo que nos queda de la masa y enfriamos de nuevo.
Cuando los tengamos los dos fríos, los montamos con buttercream de por medio y cubrimos y alisamos. Pegamos unos pistachos pelados en la base y dejamos endurecer en la nevera.
Mientras, vamos preparando la cobertura y los adornos que vamos a poner encima de nuestra dripcake. Podemos empezar por los adornos, para que se vayan endureciendo.
Derretimos media tableta de chocolate negro y media de chocolate blanco y las ponemos en dos mangas. Después, con los nuevos moldes de silicona que compramos en el Lidl hacemos con uno semiesferas con los dos chocolates y con el otro bolitas de chocolate, bien de un solo sabor o combinándolos.
Dejamos enfriar en la nevera y mientras derretimos los 60 gr de chocolate blanco que teníamos reservados. Añadimos la manteca de cacao para que quede más líquido y manejable y el colorante amarillo disuelto en la ginebra. Cuando quede bien teñido y con un color homogéneo lo pasamos a una manga y decoramos la tarta con chorretones.
Encima del chocolate blanco ponemos unos macarons que nos sobraron de la semana pasada, las semiesferas y las bolitas de chocolates.
¡Y listo! ¿¿Mola un montón verdad??
Ha quedado una Drip Cake magnífica y realmente deliciosa.
Y jugosa.
Y adictiva.
Y muchas cosas más que tendréis que descubrir vosotros mismos haciéndola.
O pidiéndonosla ;)
Esperamos que os haya gustado la receta y que si os surje alguna duda o pregunta que hacernos, aquí estamos para vosotros.
Muchas gracias por leernos, ¡hasta la semana que viene!
Un saludo.
Repostería Casera PM
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