¡Hola de nuevo amigos!
Esta semana hemos ido al supermercado y hemos encontrado una mantequilla de cacahuete diferente: con trozos de cacahuete bien grandes.
Como es normal no nos hemos podido resistir a comprarla, y después de un par de bocadillos de mantequilla de cacahuete con chocolate hemos decidido hacer algo más con ella.
Y nos pusimos a buscar una receta de cheesecake con mantequilla de cacahuete. Y como no, encontramos una en el blog de Alma Obregón y nos inspiramos en ella.
En fin, no nos enrollamos más, ¡Al ataque!
Necesitamos:
- Para la base:
- 180 gr galletas maría trituradas
- 100 gr mantequilla
- 20 gr azúcar moreno
- Para el relleno:
- 190 gr mantequilla de cacahuete con tropezones
- 570 gr queso de untar sin sal
- 70 gr nata de repostería 35% m.g.
- 2 cucharadas soperas harina
- 140 gr azúcar
¡Empezamos!
Mientras trituramos las galletas con un robot de cocina (o a mano, metiéndolas en una bolsa y aplastándolas con un rodillo hasta dejarlas con la textura del pan rallado) hasta hacerlas polvo derretimos la mantequilla en el microondas con cuidado de que no explote y lo ponga todo pringoso.
Cuando lo tengamos lo mezclamos todo en un bol hasta que quede bien unificado. Engrasamos el molde con un spray desmoldante o con mantequilla y harina, y extendemos la masa formando una base plana e igualada. Dejamos enfriar durante media hora en el refrigerador.
Mientras tanto vamos haciendo el relleno: empezamos mezclando la mantequilla de cacahuete con el queso con ayuda de una lengua, añadimos el azúcar y la harina y removemos bien.
Nosotros hemos usado una mantequilla de cacahuete con trozos, por probar a ver que tal quedaba, y la verdad, si sois tan aficionados a la mantequilla de cacahuete como nosotros deberíais usar esta, el efecto es asombroso. Pero si no os apetece, podéis simplemente usar la normal.
Añadimos los huevos uno a uno batiendo para incorporarlos y a continuación la nata.
Una vez lo tenemos todo mezclado ponemos a precalentar el horno a 180 ºC. Sacamos la base de galletas de la nevera y echamos en ella el relleno.
Horneamos a 180 ºC durante 15 minutos y a continuación a 120 ºC durante 60 o 70 minutos. Se que parece mucho tiempo pero conseguiremos una textura firme en la zona exterior y el centro ligeramente crudo por lo que la jugosidad es perfecta.
Una vez horneada desmontamos el molde con cuidado y con ayuda de un plato grande y una paleta damos la vuelta para descargar la tensión de la tarta. La volvemos a colocar en la base tal como estaba y la dejamos enfriar durante 6 horas, aunque lo mejor es dejarla una noche entera.
¡Y ya está terminada! Solo nos queda disfrutarla, solos o acompañados. Pero recomendamos compartir ya que es adictiva a más no poder.
Espero que os haya gustado la receta, si tenéis alguna duda podéis comunicaros con nosotros por los comentarios del blog, el correo de abajo o nuestro Twitter @Repos_Casera_PM.
Gracias por leernos, un saludo.
Alex P.M.
reposteriacaserapm@gmail.com