¡Hola amigos, ya estamos aquí de nuevo!
Esta semana traemos una vez más un encargo reciente.
Hace un par de semanas tuvimos un pedido de un bizcocho de almendras un poco especial, lo querían lo más ecológico y saludable posible.
Nosotros siempre intentamos que nuestras tartas y postres sean lo más saludables posibles, usando ingredientes de primera calidad, frescos y de temporada, y sin excesos de grasa o azúcares. Pero siempre se puede mejorar y probar nuevas variantes, y este encargo nos ha dado la oportunidad de hacer cambios muy curiosos.
Como, por ejemplo, sustituyendo el azúcar por stevia, la harina por harina de almendra, la leche por leche de almendras y una muy curiosa, cambiar el aceite de girasol por ¡aceite de coco virgen extra!
Nosotros no lo habíamos usado nunca pero nos llamaba la atención porque nos gusta probar todo tipo de variantes, además del coco. Y la verdad que le da un toque a la elaboración de lo más interesante.
Así que nos pusimos manos a la obra y nos curramos una receta basada en el bizcocho clásico.
Y el bizcocho había que rellenarlo con alguna crema con cacao, por lo que hicimos una ganaché de chocolate con un 70% de cacao.
Pero no uno cualquiera, usamos uno de Comercio Justo porque aunque sea "reposteando" nos gusta saber que los ingredientes que compramos (o la mayoría de ellos) ayudan a conseguir un mundo mejor.
Bueno, como sabemos que quereís saber como lo hicimos, os lo contamos sin demora.
Para hacer el bizcocho necesitamos:
- 125 gr de harina de almendra
- 9 gr de levadura en polvo
- 60 gr de Stevia en polvo
- 125 ml de leche de almendra
- 125 gr de aceite de coco virgen extra
- 1 huevo grande
Precalentamos el horno a 170ºC con ventilador y engrasamos el molde para tenerlo preparado.
Batimos el huevo con la stevia hasta que blanquee un poco y sin dejar de batir añadimos la leche de almendras y el aceite de coco.
A esta mezcla le añadimos la harina de almendra con el impulsor, mezclamos suavemente con una paleta para que se incorporen bien los ingredientes pero sin trabajarlo demasiado, así subirá mejor el bizcocho.
Pasamos al molde y horneamos durante unos 40 minutos, controlando con un palillo a partir de la media hora si está cocinado.
Cuando esté lista la dejamos enfriar en el molde durante por lo menos 2 o 3 horas, porque debido a la composición de este bizcocho es posible que se desmorone y se nos haga miguitas si no lo dejamos enfriar bien. Nosotros lo hemos aprendido a las malas, pero para eso se hacen pruebas :)
Mientras vamos haciendo la ganache de chocolate, como siempre, derritiendo 200 gr de chocolate en el baño maría y añadiendo poco a poco la mitad (100 gr) de nata de repostería hirviendo y removiendo con cuidado hasta que tenga la consistencia de una ganache para rellenar.
Cuando el bizcocho ya esté bien frío y desmoldado y no corra ningún peligro, lo partimos a la mitad y lo rellenamos con la ganache.
¡Y listo! Una tarta, preciosa, super saludable y deliciosa.
Esperamos que os haya gustado la receta tanto como a la persona a la que hicimos la tarta (¡Estaba tan buena que nos pidió otra más!) y como a nosotros.
Hasta la semana que viene, muchas gracias por leernos.
Repostería Casera PM
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